sábado, 18 de febrero de 2017

Él dijo, ella dijo

– Me gustás.

– Vos también.

– ¿Y qué hacemos?

– Nada, no hacemos nada.

– Con esto que nos pasa, digo, ¿qué hacemos?

– No hacemos nada, no se puede, ya está.

– ¿Cómo que ya está? No podemos dejarlo así, algo tenemos que hacer.

– Lo dejamos así y basta. 

 – Un beso.

– No.

– ¿Porqué no? Es un beso nada más.

– Porque no podemos, no está bien, vos sabés que no se puede.

– Un beso y nada más, nos sacamos las ganas y listo.

– ¡No Juan! Cortala.

– Si nos gustamos, y nos queremos besar, yo sé que vos me querés besar, nos damos un beso y no hablamos más del tema.

– Mirá Juan, me gustás y  te quiero besar, fantaseo con tu boca, con nosotros, con vos, con los dos, la imaginación vuela y hasta casi que puedo sentir todo es que imagino, pero no puedo hacerlo, ¿Cómo esperás que lo mire a los ojos después? ¿Cómo lo miro sin verte? ¿Cómo lo beso sin sentirte? No se puede.

Silencio. Mirada al piso… a los ojos… al costado… a los ojos…  – Te amo.