viernes, 2 de noviembre de 2007

no me quemes

No me quemes la cabeza con tus pavadas, no tengo ganas de escucharlas, no quiero que me digas cuanto me amás, no quiero que me digas cuanto me extrañás, no quiero que me digas que soy la única persona que te entiende, que te conoce, que te banca y que te vuelve loco.

Sabemos que no es así, sabemos que nos queremos mucho, pero no lo suficiente para construir, sabemos que lo nuestro va a ser único, pero no eterno, ya perdimos eternidad hace tiempo.

Estamos defasados, lo sabemos, nuestros tiempos no coinciden. Dejame decirte, mi amor, que nunca van a coincidir, solo porque no quisimos, solo porque siempre pudimos y nunca lo fuimos.

Esta vez no hay te quieros que sirvan, está vez, al mirarte, supe que ya no seríamos los mismos, los de entonces, supe que, tal vez, ya nos conocíamos lo suficiente, ya no habría magia ni descubrimiento, supe que ya no me divierte que todo sea igual.

Nunca nos equivocamos respecto de nosotros, y no me equivoco, ahora, al pensar que todo va a cambiar, y da miedo, mucho miedo, pero tal vez sea para mejor, tal vez encontremos lo que tanto estamos buscando.

Es hora de soltarnos las manos, dejar los besos en el recuerdo, mirar hacia adelante, esperar lo mejor y saber que siempre nos tendremos. No es una despedida, no es un adios, es el cierre de una etapa, el comienzo de una nueva, es, simplemente, salir a buscar nuevas aventuras.

No hay comentarios: