sábado, 2 de agosto de 2008

Hubiera querido terminar la semana en sus brazos

Hubiera querido terminar la semana entre tus brazos solía pensar ella cuando veía las marcas que el cansancio había dejado en su rostro.
Se preparaba un baño de espuma y trataba de relajar su mente para evitar preguntarse cuando tendría noticias suyas.
Mientras tanto, él, inmerso en sus lecturas interminables, había olvidado que debía comer o bañarse, solo se tomaba un recreo para dormir cuando sus ojos inventaban lo que las frases decían.
Un día, uno de sus libros preferidos, aquel que había leido tantas veces y se sabía de memoria, le hablaba de una chica que había estado esperando noticias suyas y como nunca llegaron decidió buscar otro camino, al principio le resultó extraño lo que leía, revisó la tapa del libro asegurandose que fuera el correcto, y releyó la frase, confirmando que hablaba de cualquier otra cosa, y su cabeza le estaba dando señales de cúan cansado estaba.
Se decidió a llamarla antes de irse a dormir, ella, sorprendida, preguntó porque se había demorado tanto en aparecer, él explicó la situación como mejor pudo, pero ella aún estaba algo ofendida y había decidido olvidarse de él como él de ella.
Ella, agradeció amablemente el gesto, pero le hizo saber que ya no estaba interesada.
El comenzó un nuevo libro, el viejo ya no le divertía.

1 comentario:

Unknown dijo...

Se ve que vos rnes pasta para la redaccion, muy lindo!

Besos
Johnny1