– Vos también.
– ¿Y qué hacemos?
– Nada, no hacemos nada.
– Con esto que nos pasa, digo, ¿qué hacemos?
– No hacemos nada, no se puede, ya está.
– ¿Cómo que ya está? No podemos dejarlo así, algo tenemos que hacer.
– Lo dejamos así y basta.
– Un beso.
– No.
– ¿Porqué no? Es un beso nada más.
– Porque no podemos, no está bien, vos sabés que no se puede.
– Un beso y nada más, nos sacamos las ganas y listo.
– ¡No Juan! Cortala.
– Si nos gustamos, y nos queremos besar, yo sé que vos me querés besar, nos damos un beso y no hablamos más del tema.
– Mirá Juan, me gustás y te quiero besar, fantaseo con tu boca, con nosotros, con vos, con los dos, la imaginación vuela y hasta casi que puedo sentir todo es que imagino, pero no puedo hacerlo, ¿Cómo esperás que lo mire a los ojos después? ¿Cómo lo miro sin verte? ¿Cómo lo beso sin sentirte? No se puede.
Silencio. Mirada al piso… a los ojos… al costado… a los ojos… – Te amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario