miércoles, 3 de febrero de 2010

La hora de la siesta

A la hora de la siesta nos miramos, nos besamos y nos vamos a dormir,
nos sumergimos en un mundo donde ninguno de los dos tiene injerencia para el otro, ninguno existe, no somos nada,
a veces soñamos con quien tenemos al lado y a veces simplemente somos felices hasta que abrimos los ojos y nos damos cuenta que ese último beso es una sombra de lo que alguna vez fue maravilloso, pero que perdió vida tiempo atrás, y soñamos con algo mejor,
soñamos con ese beso maravilloso que tal vez nos espera del otro lado de la cama, a veces hasta hacemos el amor a la hora de la siesta, pero ya no estamos tan convencidos y necesitamos una excusa para irnos a dormir cansados y asi adentrarnos en ese mundo de fantasía que nos mantiene cada día mas alejados de esta prisionson sin salida,
pero ya somos grandes y estamos tan acostumbrados el uno al otro que es una pesadilla el pensar en volver a empezar y por eso nos quedamos inmóviles en una relación que hace tiempo no es nada mas que costumbre.

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