A mi amigo distante

Querido amigo,
Es preciso que sepas cuanto te extraño, se que te lastimé menospreciando tu amor, y que el que no te amara como querías no implicaba que no lo hiciera con todo mi corazón, pasó mucho tiempo desde la última vez que hablamos, en la que nos queríamos tanto, y no dejo de extrañarte en cada día de mi vida, y se que lo haré por el resto de mis días.
Me conocías tanto que sabías antes que yo lo que sucedía, pero no lo podías detener, no te dejaba, recuerdo tus miradas de desilución que olvidabas rapidamente para sorprenderme con un llamado de larga distancia y yo volvía a lastimarte una y otra vez, sin darme cuenta, sin valorarte, sin tomarme el tiempo de conocerte, y era ta fácil, solo había que mirarte esos ojitos color cielo para conocer tu alma.
Pude entender cuanto me amabas cuando me tocó a mi sufrir un desengaño. No me va a alcanzar el perdón del cielo para que olvide cuanto dolor te causé, tengo cartas sin mandar y canciones que no puedo escuchar sin que duela.
Se lo bueno de lo que pasó pero no me justifico, no podría, y saber que estás tan bien a su lado me carcome de celos, pero me pone muy feliz.
Solo quiero que seas feliz, aunque me duela por egoísmo, porque el que seas feliz implica que ya no me querés, aunque me lo tenga mas que merecido.
Mis inseguridades, miedos, infantilísmos absurdos me llevaron a perderte, comprendiendo así lo importante que eras, y como engaña el creer que alguien va a estar por siempre en nuestras vidas.
Dudo que alguna vez volvamos a hablar y que probablemente nos enteremos que es de nuestra vida por algún desconocido en común, y nos recordaremos con una mueca de poca alegría pero felices en secreto por el bienestar del otro.

Querido amigo, quiero que, a pesar de todo, sepas cuanto te amé, y cuanto me arrepiento de haber herido tu alma tan dulce, que tanto tenía para darme y que yo no supe ver, y que desde ese entonces te extraño, como te dije antes, cada día de mi vida y se que lo voy a hacer hasta el último sin poder perdonarme.